Reseña: "RELATOS ORTOGRÁFICOS, CÓMO ECHARLE CUENTO A LA NORMA LINGÜÍSTICA", MARIÁNGELES GARCÍA




Hola chicos!!!

Lo primero de todo, me gustaría disculparme de todos vosotros por esta ausencia en el blog que ha sido demasiado prolongada. Por eso me comprometo a intentar subir reseñas más a menudo, y cuando no sea posible intentaré subir más fotos a mi perfil de Instagram, tanto de libros como de frases de dichos libros.

Así que ahora, después de tanto tiempo os dejo con la reseña de este libro tan increíble.

Sinopsis:

“¿Se pueden explicar las normas ortográficas, la gramática o esas dificultades que a veces muestra el léxico como si fueran un cuento?

La respuesta a la pregunta es sí. Basta echar un vistazo a los 50 relatos breves que componen este libro para darse cuenta de que explicar de otra manera la ortografía, la gramática y algunas peliagudas dificultades léxicas que presenta el español no es tan difícil como parece.

Porque de eso va este libro, de aclarar que guion y truhan ya no llevan tilde, de que los pronombres demostrativos y el adverbio solo tampoco; de que los prefijos se unen ya al nombre que les sigue sin pudor y sin miedo; que México no se pronuncia /méksico/ y que, si no quieres bajar la libido de tu pareja a los tobillos, es mejor que lo pronuncies y lo escribas como es debido. Eso sí, que nadie busque aquí un compendio exhaustivo y sesudo de la norma lingüística en español, para eso ya está la RAE.”

Relatos ortográficos es una serie de historias breves sobre lengua que se publican en la revista Yorokobu desde 2013. Con ellos, su autora, Mariángeles García, obtuvo el XXIII Premio   Nacional de Periodismo Miguel Delibes, donde el jurado destacó la “originalidad, gracia e ingenio con la que está escrita esta serie de trabajos, con una fórmula didáctica y con aportes de tintes literarios”. Hoy aparecen recopilados y actualizados (el lenguaje evoluciona y algunas normas que lo rigen también) en este volumen.
 

A mí personalmente este libro me ha encantado, ha sido un gran descubrimiento, ya que gracias a él controlo mejor la gramática y las dudas que tenía ya las he resuelto.

La verdad es que leerlos ha sido súper fácil y entretenido porque aunque inconscientemente estás leyendo relatos sobre la norma lingüística, no eres consciente de ello cuando estás inmerso en el libro. Al final de  cada relato viene una pequeña explicación sobre la norma que el éste nos ha introducido.

Uno de mis relatos favoritos, es  “las mentiras del vino”:

“María y Ana se parecían tanto físicamente que todo el mundo pensaba que eran hermanas. Pero solo eran amigas. Cuando ambas se enamoraron del mismo hombre y este eligió a Ana como pareja, su amistad se rompió. Un día, tras una fiesta de cumpleaños, la despechada María secuestró al novio de su amiga cuando lo encontró borracho como una cuba, sentado en la acera, tras su despedida de soltero. Incapaz de reconocer a nadie, el pobre pensó que María era Ana y la acompañó despreocupado hasta su apartamento. Allí, María le siguió dando de beber durante días para evitar que recobrara la lucidez y descubriera el engaño. Y él, que había entrado en bucle alcohólico, se dejaba querer. Pero Ana, que nunca se creyó que su novio hubiera huido voluntariamente sin dejar rastro, contrató a la sagaz detective Aca Demia, que consiguió dar con el escondite de María y liberar al rehén inyectándole un jeringazo de vitamina B12 para hacerle recobrar la lucidez. Cuando María regresó a casa, solo encontró la cama vacía y una jeringa tirada en el suelo.
No está muy claro si en el amor y en la guerra todo vale. Como tampoco parece que tengamos muy claro, visto lo visto por ahí, cuándo escribir sino y cuándo si no.
Cuando es sustantivo (ya sabéis, cuando significa ‘fatalidad, destino’) está claro que es junto. Pero también va unido cuando es una conjunción adversativa:
Mi sino es engordar y engordar o No quiero cerveza, sino vino
Y se escribe separado cuando estamos ante una frase condicional negativa.
No aprobarás si no estudias, gañán
Por su pronunciación también los distinguiréis: sino es átona, mientras que si no, es tónica [sinó].
Pero si eso de la pronunciación no es lo vuestro, hay más truquitos: tratad de sustituirlas por formas alternativas que os dirán cuándo va junto o cuándo separado:
Si lo podéis sustituir por «destino, fatalidad», por «pero sí», por «excepto, además de», por «más que, otra cosa que» o por «también o sino también», tenéis que escribir sino.
Mi sino (destino) es engordar y engordar o No quiero cerveza, sino (pero sí) vino
¿Qué más puedo querer sino (más que) trabajo? o Aquello no era sino (más que) una estafa
Y si solo lo podéis sustituir por «si acaso no» o «si (sujeto) no», pues si no.
No aprobarás si no (si acaso no) estudias o No aprobarás si (tú) no estudias
¿Veis como es fácil? Si es que os ahogáis en un vaso de agua…”

 

Espero que os animéis a leerlos y en los comentarios me dejéis vuestro relato favorito.




 

Comentarios

  1. Me ha parecido muy interesante. Me ha encantado tu blog, me quedo de seguidora y te invito a que te pases por el mío si te apetece (es Relatos y Más, es que aparecen dos en el perfil).
    Un abrazo.

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    1. Me alegro mucho que te haya parecido interesante y que te quedes por mi blog (espero que te guste).
      Gracias 🥰

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